lunes, 30 de noviembre de 2015

Cómo hacer un delantal de cocina

Si bien llevamos ya algún tiempo inmersos en la cocina con nuestros niños, aun hay algo fundamental que debemos enseñarles, como es, la importancia de la limpieza en la cocina, no solo hacía los alimentos que manipulamos, sino también la nuestra propia. Por eso, hoy, os traigo unas ideas para que diseñéis unos bonitos delantales, sin necesidad de coser con los más pequeños. Es aconsejable que vosotros esteís acompañándoles para supervisar todo el proceso, aunque en principio su confección no desentraña riesgo alguno ¡¡Animaos y ya me contaréis!! ¡¡Recordad que vosotros podréis haceros también uno a juego! Así que..¡¡manos a la obra!!

       Materiales
  • Un retal de tela grande estampada
  • Pistola de silicona
  • 2 metros de lazo
  • Un cachito de fieltro de color claro
  • Tijeras
  • Papel de cebolla



Proceso

En primer lugar os dejo el patrón con las medidas idóneas para un niño de estatura media. En caso de que el niño  sea más o menos alto, y más o menos ancho, tan solo será cuestión de ajustar la largura y anchura del patrón para que se adapte a su cuerpo. Este patrón lo he diseñado sobre papel de cebolla. Os aconsejo que seáis vosotras quienes dejéis preparado el patrón, de modo que el niño solo tenga que cortar la tela ajustándose a él.



Dobla la tela a la mitad, de modo que queden dos caras simétricas (imagen 1)
Coloca el patrón debajo de la tela, de modo que sirva de guía para cortarla. Cortala de largo, ancho y, por último, la forma circular por la parte donde no está la doblez (imagen 2)
Te quedarán dos cuartos de círculo que debes guardar para hacer más adelante los bolsillos (imagen 3)
Realiza un corte más bajo a partir de los bordes circulares ya cortados. -Es posible que en este paso el niño precise de tu ayuda- (imagen 4)




Es el momento de dejar los bolsillos preparados. Toma los dos cuartos de círculo que te sobraron en el paso anterior, y realiza una especie de dobladillo en cada uno de ellos (repara en la imagen que adjunto más abajo). Fija esos dobladillos empleando la pistola de silicona (imagen 1 y 2)
Echa silicona en los bordes de los bolsillos y pégalos a tu delantal en la zona donde más te guste (imagen 3 y 4)




El siguiente paso consistirá en pegar los lazos que sujetarán el delantal al cuello y a la cintura. Corta tres tiras de lazo de unos 50-60 cm de largo. Una de ella será para el cuello y las otras dos para la cintura (imagen 1).
Corta una tira pequeña de fieltro, de un ancho menor a la parte superior del delantal, de modo que el fieltro no pueda verse por los costados del delantal (imagen 2).
Empleando la pistola de silicona pega los lazos del cuello, uno en cada extremo del fieltro (imagen 3).
Después, pega el fieltro con los tirantes ya adheridos, en la parte superior del delantal (imagen 4).





Ya solo nos queda el último pasito para terminar nuestro delantal. Echa silicona en el extremo del lazo y pégalo al delantal, de modo que este quede a la altura de la cintura. Después, corta un cuadrado de fieltro de 5x5 cm aproximadamente y adhiérelo por el extremo del lazo ya pegado. De esta manera, estaremos creando un doble refuerzo y nos estaremos asegurando de que el lazo no se suelte tras varios usos. Repite este proceso en el otro extremo del delantal.


¡¡Y listo!! ¡¡Ya tendremos nuestro fantástico delantal hecho!! Recordad que podéis ponerlo en práctica variando el estampado de la tele, colores, diseño... y crear todo aquello que pase por vuestra imaginación y la de los niños.






lunes, 23 de noviembre de 2015

Barquitos de huevo

Hoy os traigo una receta salada resultona, pero muy sencilla, como es habitual en este blog. No son nada más y nada menos que unos barquitos de huevo cocido. A continuación os dejo la receta paso a paso.

Ingredientes
4 huevos
4 lonchas de jamón cocido
8 aceitunas
1 lata de atún en conserva
1 cucharadita de mayonesa
1 pizca de sal


Elaboración
En primer lugar pon los huevos a cocer en agua con una pizca de sal. Recuerda que cuando el agua esté hirviendo debes echarlos y tenerlos cociendo durante aproximadamente 10 minutos. Una vez hechos, introdúcelos bajo agua fría, pélalo y córtalos por la mitad a lo largo


.


Es el momento de hacer el relleno, para ello toma un cuenco grande y mezcla las aceitunas picaditas , la lata de atún en conserva, las yemas de los huevos cocidos y la cucharadita de mayonesa, hasta obtener una masa consistente. Rellena los huevos con esta mezcla.





Toma las lonchas de jamón cocida y córtalas de forma triangular. Coge un palillo de madera e introdúcelo por la parte superior e inferior de la loncha de jamón. Por último, ensarta el palillo con la loncha de jamón en cada huevo. El resultado debe ser algo similar a esto:



Si queréis podéis acompañar los huevos de una rica ensalada de lechuga o cualquier vegetal a vuestro gusto. 
Espero que os haya gustado la receta, y sobre todo, ¡qué la pongais a prueba!




miércoles, 18 de noviembre de 2015

Jugando con los sabores

"La cocina es alquimia de amor"
GUY DE MAUPASSANT

En esta entrada del blog os propongo una actividad  que podéis realizar con los niños de la casa, o si sois profesores, en el aula. Esta vez no cocinaremos ninguna receta, sino que trataremos de discernir cuáles son los cuatro sabores que nuestras papilas gustativas son capaces de identificar: dulce, salado, ácido y amargo.  Así, nos adentraremos en el mundo de los sabores realizandocon los niños una sencilla pero efectiva dinámica, con la que aprenderán además de los cuatro gustos fundamentales, dónde se localizan en nuestra lengua al tomar los distintos alimentos.

En primer lugar les enseñaremos a los niños, una imagen donde figure la localización de los cuatro gustos básicos en la lengua y su consiguiente explicación:






  • DULCE: Se percibe tanto en la punta de la lengua como en los labios, tan pronto como el alimento entra en contacto con la lengua.
  • ÁCIDO: Se percibe en los bordes de la lengua, ligeramente hacia atrás, y transmite sensación de frescura a quién lo prueba. 
  • SALADO: Se ubica en los lados de la lengua, pero ligeramente hacia delante. Se percibe como un gusto metálico y a producto químico. 
  •  AMARGO: Se manifiesta en la parte posterior central de la lengua. Se trata de un sabor al principio imperceptible, pero que va ganando en intensidad y persiste en el tiempo.

Después, les pediremos a los niños que citen ejemplos de alimentos que asociarían a cada sabor.

A continuación, se le proporcionará a cada niño cuatro cuencos. En el interior de cada uno habrá un alimento referente de cada uno de los gustos básicos, como los que seguidamente se muestran:
Cuenco dulce: terrón de azúcar, golosina azucarada, agua con azúcar...
Cuenco salado: sal, galletitas o cualquier otro aperitivo salado, agua con sal...
Cuenco amargo: una onza de cacao puro, una cucharadita de café, tónica...
Cuenco ácido: una rodaja de limón, un vaso de agua con limón, una gominola ácida...

La idea es que cada niño, vaya degustando los distintos alimentos, pidiéndoles que se concentran en lo que notan en la punta de la lengua, si es un alimento dulce, por ejemplo. 

Sugerencia
Una vez los pequeños hayan cogido práctica, resulta interesante repetir esta actividad, pidiéndoles a los niños que sean ellos los que traigan distintos alimentos para degustar, de modo, que entre todos descubran cual es el gusto dominante en cada uno de ellos.



miércoles, 11 de noviembre de 2015

¡Cuencos de chocolate que se pueden comer!


"El postre tiene que ser espectacular porque llega cuando el gorumet ya no tiene hambre" 
ALEXANDRE GRIMOD

Hoy os traigo una receta de lo más divertida, se trata de unos cuencos de chocolate que podréis hacer de manera muy sencilla junto a los más pequeños. Estoy segura de que les encantará, porque además de  poner en marcha su imaginación personalizando los cuencos, ¡podrán comerse después el recipiente!

¿Queréis saber cómo hacer estos originales cuencos de chocolate? Pues, seguid leyendo y atreveos a poner ¡las manos en la masa!

Ingredientes
Chocolate para fundir
Globos

Elaboración
Comenzaremos derritiendo el chocolate lentamente, bien al baño María o al microondas, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante. Después, tomaremos una cucharada de chocolate y la depositaremos sobre una bandeja, previamente forrada con papel de horno, de modo que nos quede una base de chocolate circular para nuestros cuencos. Haremos tantas bases de chocolate como cuencos vayamos a crear. Es importante dejar el espacio suficiente entre base y base, para que después los globos no se toquen entre ellos.



A continuación, hincharemos tantos globos como cuencos deseemos. Dependiendo del tamaño del cuenco que queráis, deberéis hinchar más o menos los globos, incluso si quisierais unos cuencos muy pequeños podríais emplear globos de agua. Tras hinchar los globos, y pasarlos por agua para limpiar cualquier resto que pudiera tener, debéis sumergirlos hasta la mitad en la fuente de chocolate fundido, para después depositarlos sobre las bases de chocolate.


Una vez el chocolate se haya endurecido, tan solo queda pinchar y retirar el globo, y despegar los cuencos del papel de horno y, ¡ya tendremos unos ricos cuencos de chocolate comestible!




Después podéis rellenar los cuencos con ayuda de los más pequeños de aquello que más os guste: helado, natillas, mousse de avellana o chocolate, yogur, gominolas...También es una buena oportunidad para rellenarlo de frutas y aprovechar para que los niños coman fruta de una forma diferente y divertida. Debajo, os dejo diversas fotos colgadas a modo de inspiración.


Con fresas


Con helado



Con yogur



Con golosinas


Con mousse


...

¡¡Tan solo dejad volar vuestra imaginación y la de los niños, y atreveos con las más divertidas mezclas, estoy convencida de que a ellos les encantará!!

Sugerencia
Si lo deseáis, antes de que el chocolate se endurezca, podéis añadirle unas avellanas, pistachos, nueces o almendras trituradas, o incluso fideos o virutas de chocolate, Lacasitos... Igualmente podéis combinar cuencos de chocolate negro, con otros realizados con chocolate blanco o chocolate con leche. 



miércoles, 4 de noviembre de 2015

Cocina a conCiencia

Hoy he decidido acercaros un libro de recetas para niños muy especial. Muchos os estaréis preguntando: ¿y qué tiene este libro de diferente a un recetario habitual? Pues bien, se trata de una recopilación de recetas adaptadas para los más pequeños, a través de las cuales los niños aprenderán diversas teorías científicas. Así, las recetas se convierten en una excusa para que los niños se pregunten el por qué de tantas transformaciones que tienen lugar mientras se cocina.

En el transcurso del libro los niños aprenderán reacciones químicas que suceden durante el cocinado, se les propondrá además de las recetas, experimentos adicionales, así como curiosidades de los alimentos e información sobre el origen animal, vegetal o químico de los ingredientes. 

En definitiva, se trata de un libro no solo muy interesante, sino también muy completo para que los niños aprendan sin penas darse cuenta. A continuación os dejo la dirección del libro, que se aloja en "Issuu"para que lo consultéis tantas veces como os haga falta ¡Espero que os guste tanto como a mí!