miércoles, 18 de noviembre de 2015

Jugando con los sabores

"La cocina es alquimia de amor"
GUY DE MAUPASSANT

En esta entrada del blog os propongo una actividad  que podéis realizar con los niños de la casa, o si sois profesores, en el aula. Esta vez no cocinaremos ninguna receta, sino que trataremos de discernir cuáles son los cuatro sabores que nuestras papilas gustativas son capaces de identificar: dulce, salado, ácido y amargo.  Así, nos adentraremos en el mundo de los sabores realizandocon los niños una sencilla pero efectiva dinámica, con la que aprenderán además de los cuatro gustos fundamentales, dónde se localizan en nuestra lengua al tomar los distintos alimentos.

En primer lugar les enseñaremos a los niños, una imagen donde figure la localización de los cuatro gustos básicos en la lengua y su consiguiente explicación:






  • DULCE: Se percibe tanto en la punta de la lengua como en los labios, tan pronto como el alimento entra en contacto con la lengua.
  • ÁCIDO: Se percibe en los bordes de la lengua, ligeramente hacia atrás, y transmite sensación de frescura a quién lo prueba. 
  • SALADO: Se ubica en los lados de la lengua, pero ligeramente hacia delante. Se percibe como un gusto metálico y a producto químico. 
  •  AMARGO: Se manifiesta en la parte posterior central de la lengua. Se trata de un sabor al principio imperceptible, pero que va ganando en intensidad y persiste en el tiempo.

Después, les pediremos a los niños que citen ejemplos de alimentos que asociarían a cada sabor.

A continuación, se le proporcionará a cada niño cuatro cuencos. En el interior de cada uno habrá un alimento referente de cada uno de los gustos básicos, como los que seguidamente se muestran:
Cuenco dulce: terrón de azúcar, golosina azucarada, agua con azúcar...
Cuenco salado: sal, galletitas o cualquier otro aperitivo salado, agua con sal...
Cuenco amargo: una onza de cacao puro, una cucharadita de café, tónica...
Cuenco ácido: una rodaja de limón, un vaso de agua con limón, una gominola ácida...

La idea es que cada niño, vaya degustando los distintos alimentos, pidiéndoles que se concentran en lo que notan en la punta de la lengua, si es un alimento dulce, por ejemplo. 

Sugerencia
Una vez los pequeños hayan cogido práctica, resulta interesante repetir esta actividad, pidiéndoles a los niños que sean ellos los que traigan distintos alimentos para degustar, de modo, que entre todos descubran cual es el gusto dominante en cada uno de ellos.



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